FoodTech: El enemigo invisible detrás del desperdicio alimentario

FoodTech: Membrana

FoodTech: Cada año, más de 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden en el mundo, según la FAO.
No hablamos solo de cifras: hablamos de recursos, energía y esperanza que se desvanecen antes de llegar al plato.

El enemigo muchas veces no se ve. Es microscópico, silencioso y constante. Se llama moho, y detrás de él hay una pérdida gigantesca que afecta la rentabilidad del productor, el acceso del consumidor y la sostenibilidad de toda la cadena alimentaria.

En Guatemala, las mermas poscosecha pueden representar hasta un 25 % de la producción total de frutas y verduras. En algunos cultivos tropicales, esa cifra supera el 40 %. No es por falta de esfuerzo: es porque la tecnología poscosecha no ha evolucionado al mismo ritmo que la producción.

Una innovación nacida del laboratorio

Hace algunos años nos hicimos una pregunta simple:

¿Qué pasaría si pudiéramos extender la vida útil de una fruta sin cambiar su sabor, textura ni aroma?

La respuesta nos llevó al desarrollo de una membrana líquida invisible, un recubrimiento comestible y biodegradable que duplica o incluso triplica la vida útil de los alimentos frescos.

Funciona como una segunda piel que regula el intercambio de gases y humedad.

  • Reduce la respiración y pérdida de agua del fruto.
  • Disminuye la velocidad de oxidación y crecimiento de moho.
  • Retarda el envejecimiento celular natural (senescencia).

En pruebas con fresa y hierba buena, logramos resultados sorprendentes:

  • Fresas que duraban hasta 2,5 veces más sin deterioro visual.
  • Se aumento el tiempo en el que la hoja se encuentra fresca, hasta 1,5 veces.

Todo esto sin refrigeración adicional y con un costo menor al 10 % del valor del producto final.

Más allá de la ciencia: el impacto humano

Cada día que una fruta dura más, una familia productora gana tiempo y valor.
Cada kilo que no se desperdicia, representa menos presión sobre los suelos, el agua y el transporte.

Reducir mermas no es un tema técnico; es un acto de responsabilidad social y ambiental.
Nuestra misión no es solo conservar alimentos, sino conservar oportunidades.

Un futuro donde nada se desperdicie

La innovación agrícola no siempre se trata de producir más.
A veces, la verdadera revolución está en no perder lo que ya producimos.

Si logramos escalar soluciones que reduzcan solo un 10 % de las pérdidas en frutas y vegetales, Guatemala podría recuperar millones en valor agregado, mejorar su competitividad exportadora y reducir su huella ambiental.

Estamos trabajando para que eso ocurra.
Y todo empezó con una simple idea: una capa líquida que protege lo que la tierra nos da.

Conjunto de fresas en una prueba sin refrigeración a 25°C

Conjunto de fresas en una prueba sin refrigeración a 25°C